Aunque duele reconocerlo, cuesta pensar que la mayoría de las personas pudiéramos lograrlo por nuestra cuenta. Pero sí se puede hacer con pequeñas comunidades que tengan ideas en común y donde estén dispuestos a ayudarse los unos a los otros. De hecho, durante muchos años hemos vivido sin dinero y salimos adelante; por desgracia, hoy en día la sociedad ha cambiado tanto que vivir sin nada resulta bastante improbable.
En definitiva, Mark Boyle se propuso vivir sin dinero y lo consiguió. Y lo mejor es que encontró una felicidad mayor que durante toda la etapa de su vida en que había trabajado y donde los ingresos y gastos eran constantes en su día a día.