El alcohol es un tóxico, que exige que tu hígado trabaje el doble para tener que procesarlo correctamente. Da lo mismo que te tomes una cerveza o que prefieras las bebidas de mayor graduación, todas son perjudiciales y que, además, afectan progresivamente a tu cerebro y a tu dentadura. Piensa en ti dentro de 20 años y te darás cuenta de que hay otras opciones más recomendables.