El malo malísimo de Saddam Hussein fue capturado por tropas estadounidense en las afueras de Tikrit (Irak) el 13 de diciembre del 2003. Su confrontación con George Bush pasará a los anales como una de las luchas más encarnizadas de la historia, inmortalizada en numerosas películas y en series como Los Simpson. Saddam fue condenado a muerte y ejecutado en la horca tres años después. Eso sí, nunca encontraron en Irak las armas de destrucción masiva que supuestamente estaba desarrollando.