Patinetes eléctricos: la revolución inesperada

Si las e-bikes han supuesto un cambio notable en la movilidad de las ciudades, ¿qué decir de los patinetes eléctricos? Su irrupción en las calles ha sido tan llamativa que todavía cuesta comprender de dónde han salido tantos y tan variados patinetes o scooters.

Como con las bicis, se trata de acoplar uno o varios motores eléctricos a un patinete. Pero claro, estos no tienen pedales, así que la propulsión depende por completo de esos motores y estos, a su vez, de las baterías. El gran desarrollo de las baterías portátiles que ha logrado la industria de la telefonía móvil ha servido para producir baterías de gran potencia y duración para los patinetes. Gracias a eso, nuestras ciudades están llenas de patinetes de gran formato, silenciosos y limpios, que se desplazan rápidamente de un punto a otro.

Esta proliferación de patinetes también ha generado un atractivo modelo de negocio: los patinetes eléctricos de alquiler. Controlados por GPS y contratados con aplicaciones para smartphones, los patinetes se pueden tomar en cualquier punto, realizar fácilmente un trayecto y, simplemente, dejarlos aparcados en la acera para que otra persona los utilice. Son más pequeños que las bicis, estorban menos y se pueden distribuir muchas más unidades. Es una solución casi perfecta.