¿Es la temperatura un problema?

Bueno, el miedo al corte de digestión se asienta sobre este mito. La creencia popular es que si entras al agua mientras haces la digestión, acabarás por perder el conocimiento. Y, por tanto, te ahogarás. El mito asegura que el estómago necesita calor. Por lo que podrías ducharte sin problemas sin notar ninguno de los síntomas del corte de digestión. Tras haber comido dos kilos de carne. Siempre y cuando la temperatura del estómago y del agua sean exactamente la misma.

¿Es factible esta parte del mito? Volviendo a la hidrocución, lo cierto es que la temperatura sí que importa. En caso de que hubieras decidido tomar el sol durante un par de horas. Y luego desearas irte a dar un chapuzón. Cabe la posibilidad de que no vuelvas a tomar una decisión nunca más. La hidrocución se da gracias a un cambio brusco en la temperatura.

Al entrar en agua fría de golpe. A partir de 18 ºC o menos, tras haber estado sometido a mucho calor. El cuerpo no reacciona muy bien. La presión arterial baja a gran velocidad y puedes dejar de respirar. Es como cuando introduces medio cuerpo en agua fría y sientes un respingo, pero más potente. Hasta el punto de llegar a perder el conocimiento o sufrir un infarto.