Otro de los temas más controvertidos en una reunión es la religión. Es probable que coincidáis en la fe practicada, pero también es bastante probable que haya ateos o agnósticos en la misma mesa. Por ello, evitar hablar de religión será un acierto; nada ganarás discutiendo sobre designios divinos o el sexo de los ángeles mientras comes unas cigalas. Además, puede que muchos de los que están a tu alrededor lo consideren un tema íntimo. La fe practicada es una cuestión muy personal que no debe ser tratada en reuniones.