Si pones una lavadora de ropa roja, puedes añadir en el tambor un poquito de sal común. Mejor si es gorda, aunque vale cualquier sal de cocina. Este elemento químico absorbe las diferencias de los colores y ayuda a que no se traspasen entre las prendas. Además, conserva el tono de tus prendas de ropa mucho más tiempo con su misma intensidad.