Evita comprar por impulso:

Comprar por impulso puede ser muy peligroso para tus finanzas. A menudo, cuando compramos por impulso, lo hacemos porque nos sentimos impulsados por nuestras emociones o porque vemos algo que nos gusta en ese momento.

Pero después de la compra, podemos arrepentirnos o incluso no utilizar el objeto o servicio que hemos comprado. Además, los compras impulsivas suelen ser más caras, ya que no hemos tenido tiempo para buscar la mejor oferta o comparar precios.